Ciática: Qué es y cómo curarla

Hombre sentado en la cama por dolor de ciatica

La ciática es una patología especialmente dolorosa cuyos principales síntomas son un dolor agudo en la zona inferior de la espalda y dificultad para mover una o ambas piernas. Aunque el dolor causado por la ciática suele ser intenso, en pocos días suele remitir con un tratamiento adecuado.

A lo largo de este artículo podrás entender qué es la ciática, cuáles son sus síntomas exactos, sus posibles causas y cómo curarla. Como recordamos en todas nuestras publicaciones, este es un artículo meramente informativo y nunca podrá sustituir a la atención personalizada de un profesional de la salud.

Qué es la ciática

El término ciática está muy extendido en la sociedad pues mucha gente padece o ha padecido esta patología. La ciática es un dolor que se extiende a lo largo del nervio ciático y aparece por una irritación de éste, ya sea por una inflamación o lesión del nervio.

El dolor de la ciática suele aparecer por una compresión del nervio al sufrir una contractura muscular, un desplazamiento discal de la columna o por un estrechamiento de la columna vertebral (conocido en términos clínicos como estenosis del conducto vertebral). Generalmente esto produce dolor y, generalmente, algo de entumecimiento en la pierna afectada.

Qué síntomas tiene la ciática

La ciática se manifiesta a través de dolor en la parte baja lumbar que se extiende hacia los glúteos y, con ello, hacia una o ambas piernas. En la mayor parte de los casos, sólo suele verse afectada una pierna, con dolor y dificultad a la hora del movimiento.

¿Por qué el dolor comienza en las lumbares y llega hasta la pierna? Pues bien, el nervio ciático nace en la zona baja de la espalda, atraviesa el glúteo y llega hasta la pierna. Por ello, tras una compresión o inflamación del nervio, varias zonas del tronco inferior se ven afectadas.

En general, los principales síntomas de la ciática encontramos

  • Dolor: En diferentes grados, dependiendo del caso. Puede ir desde un dolor leve hasta un dolor agudo que puede limitar la capacidad de movimiento.
  • Hormigueo: Este síntoma suele localizarse en las piernas, pantorrillas y pies:
  • Entumecimiento: En aquellas zonas donde la persona siente dolor y hormigueo suele presentarse de igual manera una sensación de entumecimiento.
  • Dificultad de movimiento: En la pierna afectada por la ciática -o en su defecto el pie únicamente- el movimiento puede volverse doloroso y difícil de llevar a cabo.
Muñeco con dolor de espalda por ciática
La ciática, generalmente, no requiere de una intervención quirúrgica. Si acudes a un médico especializado, te podrá ayudar a aliviar el dolor y volver a una vida saludable. (Imagen: Pixabay 1015574 / Peggy Marco)

Qué causa la ciática

La ciática aparece tras un pinzamiento del nervio ciático. Esto puede ocurrir tras sufrir una hernia de disco en las lumbares, por un estrechamiento de la columna que provoca presión sobre el nervio (estenosis raquídea) o por un crecimiento óseo excesivo (espolón óseo).

En casos más aislados, enfermedades más graves como diabetes o tumores pueden llegar a producir el pinzamiento del nervio o dañarlo. Sin embargo, esto solo lo puede diagnosticar un profesional de la salud.

Factores de riesgo de la ciática

Además de las anteriores causas comunes de la ciática, existen cuatro factores de riesgo principalmente:

  • Edad: Con el paso del tiempo, se producen cambios en la columna vertebral. Estos cambios -como hernias de disco o espolones óseos- suelen ser las causas más frecuentes de la aparición de la ciática.
  • Obesidad: Con el sobrepeso, la carga que soporta la columna aumenta. Por ello, la obesidad puede propiciar cambios y dolencias que desencadenan en ciática.
  • Profesión: Aquellos trabajos cuyas tareas requieren que gires bruscamente la espalda, traslades cargas pesadas o conduzcas durante largos períodos de tiempo pueden propiciar la ciática. Esto es más un factor social y de hábitos que un factor físico.
  • Sedentarismo: Las personas que permanecen largos períodos de tiempo sentadas -por su profesión o por sus hábitos de vida- y no realizan ningún tipo de ejercicio son más propensas a padecer ciática.

Cómo prevenir la ciática

La ciática no siempre puede prevenirse, pues incluso aquellas personas con un estilo de vida totalmente saludable pueden sufrirla. De hecho, esta patología puede volver a aparecer con el paso del tiempo.

Con todo, adoptar estos pequeños consejos te ayudará a proteger tu espalda para disminuir las posibilidades de padecer ciática u otras patologías de columna.

  • Realiza ejercicio regularmente: A través de entrenamientos del abdomen y la parte inferior de la espalda podrás mantener una espalda fuerte. Esto te llevará a tener una buena postura y mejores hábitos. Pregunta a tu médico y/o a tu entrenador personal sobre los mejores ejercicios para la espalda.
  • Tener buena higiene postural: Mantener buenos hábitos adoptando una buena postura es vital para prevenir la ciática y proteger tu espalda, en general. Por ejemplo, si levantas objetos pesados ponte de cuclillas para que tus piernas hagan el trabajo; si estás de pie durante largos períodos de tiempo, alterna el apoyo del pie en una caja o un banzo de vez en cuando; a la hora de realizar giros de columna, evita movimientos bruscos.
  • Ten un buen soporte lumbar: Ya sea en la oficina o en casa, es casi igual de importante que mantengas una buena postura como que cuentes con un asiento con soporte lumbar y reposabrazos. A la hora de sentarse es importante mantener las rodillas y cadera alineadas y que la curvatura normal de la espalda se mantenga.
Mujer haciendo estiramientos en casa para curar el dolor de la ciatica
Los estiramientos -previamente aconsejados por un profesional- suelen ser alguna de las recomendaciones de los especialistas para aliviar el dolor y fortalecer la musculatura de la zona lumbar ante la ciática. (Imagen: Pexels 4473610 / Ketut Subiyanto)

Cómo curar la ciática

La amplia mayoría de personas que sufren de ciática pueden curarse pasadas unas semanas o unos meses, dependiendo del caso en particular. Generalmente, el dolor se puede aliviar a través de tratamientos que no requieren de una intervención quirúrgica.

Para curar la ciática se pasa por aliviar las causas de los síntomas que han llevado al paciente a sufrir una ciática. Estos tratamientos dependen de cada persona (edad, estado físico, grado de dolor o posibles complicaciones, entre otros factores) y deben ser llevados a cabo por un profesional de la salud.

Por otra parte, algunas personas sufren ciática que realmente les debilita y les causa un gran dolor por la compresión del nervio ciático. En estos casos -que comprenden una minoría- existen síntomas neurológicos progresivos y/o disfunciones que requieren de una cirugía.

Para saber a ciencia cierta el mejor tratamiento para tu caso es importante que acudas a un médico especializado. De esta manera, conseguirás la mejor atención y resultados a corto y largo plazo.

Cómo aliviar el dolor de la ciática

Tras consultar a un médico especializado, te recomendará un tratamiento y un seguimiento de tu caso. Este apartado se trata de consejos generales que suelen adoptarse para aliviar el dolor que provoca la inflamación del nervio ciático:

  • Realizar actividad física de baja intensidad.
  • Aplicar, alternativamente, calor y frío durante períodos de 10 a 15 minutos.
  • Realizar estiramientos de espalda, así como de la zona muscular afectada sin realizar hiperextensiones.
  • Fortalecer y estirar la musculatura de la espalda tras consultar a un especialista.

Qué evitar si sufres de ciática

Al igual que existen consejos y procedimientos generales que puedes aplicar para hacer más liviano el dolor de tu espalda y pierna al sufrir de ciática, hay cuestiones que también deben evitarse para curarnos en salud.

  • Evitar tanto reposo excesivo como largos períodos de pie
  • No acudir a personas no especializadas para curar los síntomas de la ciática
  • Evitar las cargas de peso excesivas en la espalda
  • Alejarse de rutinas de ejercicios extenuantes e intensas

De igual manera, es recomendable mantener una buena postura en el día a día de cara a que, tanto los músculos como los huesos, se mantengan en buen estado. Los problemas de espalda más extendidos -a nivel general- suelen estar relacionados con malos hábitos. Desde la postura que adoptamos al trabajar en la oficina o al dormir hasta el colchón o la almohada que tenemos en la cama.

Por este motivo, es importante mantener unos buenos hábitos en el día a día, al igual que una buena higiene postural, para evitar futuras lesiones, dolencias y enfermedades de espalda. Sin tener que complicarnos, podremos conseguir una vida sana y tranquila.

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