La espondilitis anquilosante es una enfermedad que afecta a los huesos y articulaciones de la columna, como la pelvis. Esta patología afecta a un porcentaje de entre el 0,5 y el 1% de la población, según recientes estudios y provoca inflamación, llegando a fusionar las vértebras.
En este artículo te descubriremos qué es la espondilitis anquilosante, cuáles son sus causas y síntomas. Asimismo, te explicaremos cómo los profesionales de la medicina llevan a cabo el diagnóstico y cuáles son los tratamientos más habituales. Recuerda que este artículo es meramente informativo y nunca susituirá a la opinión de un profesional, por lo que, en caso de cualquier síntoma o sospecha, acude a tu médico.
- ¿Qué es la espondilitis anquilosante?
- Síntomas comunes de la espondilitis anquilosante
- Causas de la espondilitis anquilosante y factores de riesgo
- Cómo se diagnostica esta patología
- Tratamiento de la espondilitis anquilosante
- Consejos para convivir con esta enfermedad
- Preguntas frecuentes sobre la espondilitis anquilosante
¿Qué es la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante es una enfermedad de la columna que provoca inflamación en los huesos y articulaciones. Las vértebras pueden llegar a fusionarse, debido al aumento de su tamaño a raíz de dicha inflamación. Como tal, se trata de una patología de la familia de la artritis y, en concreto, en un tipo de espondilitis axial.
“Las espondiloartritis comprenden un conjunto de enfermedades que comparten en gran medida sus características clínicas y su etiopatogenia. Las enfermedades que pertenecen a este grupo son la espondilitis anquilosante, la espondiloartritis axial no radiográfica, la espondiloartritis periférica, la artritis psoriásica, la artritis reactiva y la asociada a enfermedad inflamatoria intestinal (EII).”(1)
Redacción. (2021) ¿Qué es la Espondiloartritis Axial y qué relación tiene con la Espondilitis Anquilosante?
A diferencia de la espondilitis axial no radiográfica, la anquilosante puede ser detectada por rayos X. Por este motivo, es importante detectar de forma precoz los síntomas para que un profesional pueda establecer un diagnóstico y tratamientos adecuados. En el caso de la axial no radiográfica, es posible detectarla a través de pruebas como una resonancia magnética nuclear.
Síntomas comunes de la espondilitis anquilosante
Los síntomas iniciales de la espondilitis anquilosante son un dolor general en la espalda que suele ser intermitente (aparece y desparece por momentos). Sin embargo, con el paso del tiempo, la enfermedad avanza y sus síntomas son más acentuados. Son los siguientes:
- Dolor y rigidez en la zona lumbar (baja espalda y hombros)
- Molestias en la zona cervical (cuello)
- Pérdida de flexibilidad
- Fatiga
- Pérdida de apetito
“La sintomatología característica es la lumbalgia inflamatoria con rigidez matinal de más de 30 minutos,
González-Rodríguez M, Guerra-Soto AJ, Corona-Sánchez EG (2013) Espondilitis anquilosante. Conceptos generales.
que mejora con la actividad física y no con el reposo; incluso los pacientes notan que el dolor aumenta en las noches.”(2)
Al comienzo de la espondilitis anquilosante, el paciente puede sentir un dolor que viene y va. Sin embargo, la rigidez y la pérdida de flexibilidad se hacen más presentes con el paso del tiempo, debido a la inflamación de los huesos y la pérdida de espacio entre las vértebras y los tejidos blandos. En caso de no aplicar un tratamiento adecuado -o cirugía, en caso de que fuera necesaria- es posible que la persona acabe adoptando una posición jorobada.
Causas de la espondilitis anquilosante y factores de riesgo
Las causas de la espondilitis anquilosante son desconocidas, aunque varios estudios actuales han determinado que el factor genético juega un papel importante. En este sentido, las mayoría de las personas que tienen el gen HLA-B27 han presentado esta enfermedad. Sin embargo, no el 100% de los casos es así. ¿Por qué aparece? ¿Es hereditaria?
Quizás te hayas planteado por qué tienes espoindilitis anquilosante. Y, aunque la comunidad científica todavía no ha encontrado una respuesta certera ante esta pregunta, si ha demostrado que los hombres de entre 20 y 40 años son más proclives a padecerla.
Otro factor de riesgo de la espondilits anquilosante, además del componente hereditario, es padecer la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la psoriasis.
Cómo se diagnostica esta patología
Para diagnosticar la espondilitis anquilosante no existe una prueba específica. El proceso que sigue un profesional de la medicina para determinar si una persona padece esta enfermedad es el siguiente:
- Revisión de historia clínica: en un primer momento comprobará todas las enfermedades, lesiones y apuntes médicos que hayan apuntado otros profesionales que le hayan atendido a lo largo de su vida.
- Antecedentes médicos familiares: necesitará saber si algún miembro cercano de su familia ha padecido esta patología u otra de la familia de la artritis.
- Exploración física: revisar los puntos de dolor, la flexibilidad o el estado de la columna.
- Pruebas diagnósticas: el último paso consiste en solicitar analíticas de sangre y pruebas como rayos X u otras pruebas diagnósticas por imagen (como un TAC o una resonancia magnética).
Tratamiento de la espondilitis anquilosante
El tratamiento de la espondilitis anquilosante está enfocado a aliviar los síntomas y retrasar en la medida de lo posible el avance de esta enfermedad. Suele contemplar uno o dos puntos, según cada caso e historial clínico:
- Medicamentos: la receta de antiinflamatorios no esteroides, como aspirina (ácido acetilsalicílico), ibuprofeno o el naxopreno.
- Tratamientos no farmacológicos: realizar ejercicio controlado y guiado, mejorar la higiene postural, evitar el tabaco, tener una vida activa, acudir a sesiones de fisioterapia y mantener una dieta equilibrada.
En algunos casos, es posible realizar una cirugía cuando el dolor es agudo y persistente. En caso de presentar cualquier síntoma, te recomendamos que acudas inmediatamente a tu médico para que pueda realizar un diagnóstico y plantear un tratamiento adecuado para tu caso.

Consejos para convivir con esta enfermedad
Si padeces de espondilitis anquilosante, te recomendamos mantener una buena postura a lo largo del día. Tanto cuando caminas o realizas cualquier deporte, como cuando trabajas o descansas. Esto permite descansar a tu columna.
Mantener una vida activa, junto con una dieta equilibrada, es de vital importancia. ¿Por qué? Puedes estar cansado de leer esto, pero evitar el sobrepeso y tener tanto los músculos como los huesos en buen estado, es importante para aliviar y retrasar los síntomas.
“La natación es una de las prácticas deportivas más recomendables puesto que ayuda a ejercitar de una forma equilibrada todos los músculos y articulaciones. La práctica deportiva debe estar encaminada a permitir la extensión de la espalda, manteniendo la movilidad de los hombros y caderas.”(3)
Ricardo, N. G., Antonio, R. C. J., Manuel, I. R. J., M, B. V., Del Carmen, R. P. M., & Estrella, B. o. M. (2006). Pautas de actividad física e intervención básica para afectados de Espondilitis Anquilosante
¡Ojo! Dentro del deporte y tus hábitos debes evitar la carga excesiva de pesos, así como la práctica de actividades de contacto, que puedan provocar lesiones o agravar los síntomas de la espondilitis anquilosante.
Preguntas frecuentes sobre la espondilitis anquilosante
¿Cuántos años puede vivir una persona con espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante no acorta la esperanza de vida. Aunque pueda provocar complicaciones y síntomas dolorosos, es posible llevar una vida plena mientras convive con esta enfermedad.
¿Es lo mismo que la artitis?
No. La espondilitis anquilosante (EA) no es lo mismo que la artritis, aunque pertenece a la familia de enfermedades de esta patología. La EA es una forma de atritis que afecta a la columna vertebral y a las articulaciones sacroilíacas debido a la inflamación que provoca, mientras que la artritis es un término más general.
¿Tiene cura? ¿Y cuál es el pronóstico a largo plazo?
No, la espondilitis anquilosante no tiene cura como tal. Es posible aplicar un tratamiento o llevar a cabo una cirugía para aliviar los síntomas. El pronóstico a largo plazo varía en función de cada caso, pero es posible llevar una vida plena aunque se padezca esta enfermedad.
¿Puedo trabajar con esta enfermedad?
Es recomendable que evites trabajos físicamente exigentes, como los relacionados con la industria o la obra, por lo lesivos que pueden ser para la espalda, en la medida de lo posible. Los trabajos más sedentarios, como los de oficina, son más compatibles, aunque es necesario que tengas una silla ergonómica, mantengas una buena postura y te levantes de vez en cuando para evitar el dolor en la espalda.
Fuentes bibliográficas
- ¿Qué es la Espondiloartritis Axial y qué relación tiene con la Espondilitis Anquilosante? (2021, 29 junio). TúCuentasMucho. https://www.tucuentasmucho.com/que-es-la-espondiloartritis-axial-y-que-relacion-tiene-con-la-espondilitis-anquilosante
- González-Rodríguez M, Guerra-Soto AJ, Corona-Sánchez EG, et al. Espondilitis anquilosante. Conceptos generales. Residente. 2013;8(3):106-113.
- Ricardo, N. G., Antonio, R. C. J., Manuel, I. R. J., M, B. V., Del Carmen, R. P. M., & Estrella, B. o. M. (2006). Pautas de actividad física e intervención básica para afectados de Espondilitis Anquilosante. accedaCRIS. https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/6183
