La resonancia magnética o RMN es un examen que crea imágenes detalladas de los órganos, huesos y tejidos del cuerpo humano. Se trata de una técnica no invasiva llevada a cabo en una máquina con forma de tubo, en la que el paciente se acuesta durante un un período de tiempo entre 30 y 60 minutos.
¿Para qué sirve una resonancia magnética?
Las resonancias magnéticas sirven para diagnosticar diversos problemas y lesiones. Entre ellas podemos destacar los tumores, anomalías congénitas, patologías neurodegenerativas y un largo etcétera.
De esta manera, los profesionales de la salud pueden evaluar irregularidades desde las articulaciones hasta órganos como el bazo o los riñones. Se trata de una prueba totalmente indolora y que no requiere internamiento en un hospital.
Resonancia magnética en el corazón: ¿qué puede detectar?
Al utilizar una RMN o resonancia magnética, el médico responsable puede evaluar diferentes aspectos del corazón. Por ejemplo, el tamaño de las cavidades, el grosor de las paredes o si existe obstrucción en los vasos sanguíneos.
Como tal, una resonancia magnética en el corazón puede detectar si hay algún daño por una enfermedad cardíaca, problemas estructurales en la aorta o una malfunción del órgano en sí. En definitiva, aporta una información amplia y detallada, que puede ayudar a realizar un diagnóstico más preciso.
La resonancia magnética de las mamas: funciones
Al igual que en el resto de los órganos y tejidos del cuerpo, la resonancia magnética de las mamas consiste en un examen nada invasivo para detectar cualquier tipo de problema. En este sentido, puede utilizarse como herramienta de detección del cáncer mamario en algunos pacientes.
Si te han diagnosticado un cáncer mamario, el profesional puede sugerir esta prueba para observar la extensión del tumor. Aunque tengas unos tejidos muy densos, la resonancia magnética podrá mostrar con precisión el estado en el que se encuentra.
Cómo se hace una resonancia magnética o RMN
En general, tendrás que seguir los siguientes pasos para hacerte una resonancia magnética:
- Cambiarse de ropa: deberás ponerte una bata de hospital o, en otros casos, prendas sin partes metálicas, como un chándal, camisetas básicas o pantalones de sport.
- Recostarse sobre la mesa: antes de iniciar la prueba deberás tumbarte antes de que comience la resonancia magnética.
- Permanecer quieto: aunque no necesitas estar totalmente estático, te recomendarán que estés tranquilo y que realices los menores movimientos posibles.
Además de este proceso, antes de hacerte una resonancia magnética deberás acudir en un ayuno de, al menos, seis horas. Asimismo, si sufres de claustrofobia, coméntaselo tu doctor/a para que te administre un medicamento que reduzca tu ansiedad.
Precio de una resonancia magnética
El precio de una resonancia magnética oscila entre los 80€ y los 300€, dependiendo de diferentes factores. Por ejemplo, el centro donde decidas hacerte esta prueba, si es una RMN abierta o cerrada, si dispones de un seguro que la cubra total o parcialmente, serán algunos de los puntos que harán variar el precio de una RMN.
Por otro lado, puedes acceder a una resonancia magnética a través de la sanidad pública sin realizar ningún tipo de copago. Sin embargo, es probable que tengas que enfrentarte una lista de espera más o menos alta, dependiendo del momento, comunidad autónoma y hospital.
Diferencias entre TAC y RMN
La principal diferencia entre el TAC y la RMN es que el primero utiliza radiación ionizante (o rayos X) y la resonancia magnética no. Asimismo, la RMN está más orientada hacia la exploración de los tejidos blandos y la tomografía axial computarizada, hacia los huesos.
Por contrapartida, en ambas pruebas se puede necesitar del uso de contraste para conseguir una mejor definición en la imagen. Los tiempos suelen rondar los 30 minutos de media en las dos, aunque pueden dilatarse según el caso.