La cirugía endoscópica es una intervención mínimamente invasiva cuyo pilar es la observación de un órgano o cavidad a través de un instrumento óptico. Este tipo de operación tiende a ser uno de los estándares en el futuro de la medicina, debido a sus numerosas ventajas en el paciente, tanto durante la operación como en el postoperatorio.
Una de las técnicas que la Dra. Elsa González ha acercado a Europa de manera pionera es la endoscopia biportal de columna. La aplicación, como su propio nombre indica, incide en la espalda del paciente. Sus aplicaciones son diversas, desde hernias discales hasta espondilolistesis, entre muchas otras.
Qué es la cirugía endoscópica
La cirugía endoscópica es una intervención realizada a través de la exploración por orificios naturales del cuerpo humano a través de un instrumento óptico. En concreto, hablamos de un tubo de iluminación conectado a una cámara de vídeo. Este instrumento permite al doctor explorar la zona a tratar de manera mínimamente invasiva.
Algunas de las intervenciones que pueden llevarse a cabo a través de una cirugía endoscópica son la histeroscopia, estenosis de canal, hernia discal y laparoscopia, entre otras.
Gracias a este tipo de intervención es posible obtener información más fiable de la zona a tratar. En comparación, es posible observar mucho mejor al paciente que con exploraciones físicas, radiológicas o ecográficas.
Qué ventajas tiene
A continuación te detallamos las principales ventajas de la cirugía endoscópica:
- Breve postoperatorio: Al ser una técnica mínimamente invasiva, el daño es mucho meor y, por ende, la recuperación más rápida. En esta línea, el postoperatorio es más breve y liviano para el paciente.
- Mejor recuperación: Las personas que han sido intervenidas a través de una cirugía endoscópica reflejan una mejor recuperación, tanto en rapidez como en calidad de vida.
- Mejor resultado estético: Las cicatrices tras la intervención son ínfimas, al realizar el grueso de la cirugía de manera mínimamente invasiva al paciente.
- Mejor desarrollo de la operación: Al conseguir una información más fiable de la zona afectada, posibilita al profesional de la salud realizar un trabajo más preciso, si cabe.
- Menor riesgo en la intervención: La observación directa del órgano o cavidad permite al cirujano tratar con una precisión máxima y menos invasiva la operación.
- Menor hemorragia: Debido a que consiste en una técnica mínimamente invasiva, la pérdida sanguínea es menor, así como la formación de adherencias.
- Rápido regreso al domicilio: La hospitalización es breve, por lo que el paciente suele regresar al hogar en menos de 24-48 horas.
Tipos de cirugía endoscópica
Actualmente, existe un amplio catálogo de intervenciones que pueden realizarse a través de una cirugía mínimamente invasiva. En este sentido, la cantidad de afecciones que pueden cubrirse es cada vez mayor.
Procedimiento de la cirugía endoscópica
El primer paso al entrar en quirófano suele ser la aplicación de la anestesia. En función del tipo de endoscopia, puede ser local o general. Esto varía también en función de las necesidades de la intervención y del paciente.
El cirujano introducirá el endoscopio -cuyo nombre cambia dependiendo del tipo de operación- para observar la zona a tratar. Acto seguido, devolverá a su estado natural el órgano o cavidad afectada a través del instrumental médico. Durante todo este proceso, el paciente no siente dolor gracias a la anestesia aplicada previamente.
En la parte final de la cirugía, el doctor asegura a través del endoscopio que la intervención ha tenido éxito. Procede a sacar el instrumental y cerrar el ínfimo orificio para terminar la intervención.
Cuando el paciente despierta, suele contestar a preguntas de rigor para comprobar cómo se encuentra. Normalmente, a las pocas horas regresa a su domicilio para comenzar la rehabilitación.
Referencias:
- Tarragona Soler, E. M. (2003). Google Libros (De Asociación española de cirujanos). Recuperado 24 de enero de 2023, de https://books.google.es/?hl=es