La artrosis es una de las patologías de columna más comunes hoy en día. Es una afección degenerativa que afecta al cartílago hialino, el cual se encarga de proteger los extremos de los huesos y favorecer el movimiento natural de la articulación.
Existen diferentes factores que se relacionan con esta patología y ciertos indicios que pueden evidenciar la presencia de artrosis en un paciente.
Por ello, para que sepas qué es exactamente la artosis, cuáles son sus causas, síntomas, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento, hemos preparado este artículo. No te pierdas ni un solo detalle. ¿Nos acompañas?
Qué es la artrosis
La artrosis es una afección degenerativa -generalmente localizada en la columna vertebral- que consiste en una destrucción progresiva del cartílago hialino. Este cartílago es el tejido que amortigua los impactos (de cualquier tipo de intensidad) que sufren los huesos. Asimismo, se encarga de favorecer el movimiento de la articulación.
Cuando la enfermedad avanza, este cartílago pierde sus propiedades y deriva en una sensación de dolor intensa. Incluso pueden darse casos en los que el hueso reacciona a esta afección creciendo a los lados y produciendo de esta manera una deformación.
Tipos
Encontramos dos tipos de artrosis:
- Primaria: La artrosis es primaria cuando la causa de su aparición es desconocida. Este tipo puede afectar a ciertas articulaciones concretas o a articulaciones de zonas variadas. También es conocida como idiopática.
- Secundaria: Es secundaria cuando la causa de la aparición de esta patología es otra enfermedad.
¿A quién le afecta la artrosis?
Según los estudios, la artrosis afecta a un 10% de la población general en España. Asimismo, dichos estudios han revelado que alrededor de la mitad de la población adulta mayor de 50 años muestra signos de artrosis de rodilla.
En este sentido, la artrosis es el trastorno articular más frecuente. Suele manifestarse inicialmente en personas que se encuentran entre los 40 y 50 años de edad. Estadísticamente, los varones de menos de 40 años presentan síntomas de esta afección con más frecuencia que las mujeres.
Por otra parte, las mujeres presentan síntomas de este trastorno con más frecuencia entre los 40 y los 70 años de edad. Pasada esta franja de edad, esta patología afecta, prácticamente, a ambos sexos por igual. Con todo, las cifras de los últimos años demuestran que, a nivel general, la artrosis afecta a más mujeres que a varones.
La Organización Mundial de la Salud estima que el 28% de la población mundial mayor de 60 años presenta síntomas de artrosis y, dentro de este porcentaje, el 80% tiene limitaciones en sus movimientos.
Una de las causas del aumento de casos de esta afección en la población tanto a nivel nacional como mundial es el avance de la medicina, los fármacos y un mejor estilo de vida comparado con épocas anteriores. Esto ha hecho que la esperanza de vida aumente y, por tanto, aumente el número de casos al tratarse, principalmente, de una patología de causa degenerativa por la edad.
Causas de la artrosis
Pese al aumento progresivo con el paso de los años del número de casos, todavía no se conocen con exactitud las causas de la aparición de la artrosis. Por contrapartida, sí se ha comprobado que otras enfermedades pueden provocar la aparición de esta patología.
Entre las enfermedades que pueden acelerar la aparición de artrosis encontramos:
- Infecciones
- Anomalías articulares
- Lesiones
- Trastornos metabólicos (como el exceso de hierro en el organismo o el exceso de cobre en el hígado)
- Trastorno que provoca la debilitación del cartílago articular, como la artritis reumatoide o la gota.
Con todo, diversos estudios han demostrado que existen ciertos factores de riesgo en la población que pueden favorecer el desgaste del cartílago hialino.
Factores de riesgo
Existen varios factores de riesgo principales que, a día de hoy, se asocian con la aparición de esta afección articular:
- Edad: La incidencia de la artrosis aumenta de manera exponencial a partir de los 50 años. La jefa de Sección de Reumatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias asevera que “es una enfermedad que tendremos todos si alcanzamos una edad avanzada”.
- Sexo: Afecta principalmente a mujeres a partir de los 50 años.
- Genética: No es hereditaria pero el componente genético, acompañado de otros factores, comporta un riesgo que hace más probable que aparezca en personas con casos anteriores en su familia.
- Locales: Las personas que tienen obesidad y/o inestabilidad articular (deformidades, laxitud) muestran una mayor prevalencia de esta afección.
- Trabajo: La sobrecarga articular en trabajos que implican la repetición prolongada en el tiempo de ciertos movimientos articulares puede favorecer la aparición de artrosis. Algunas de estas profesiones son peluqueras y albañiles, entre otros.
- Lesiones deportivas: Este factor solo afecta, generalmente, a los deportistas de élite. Aquellos que, en el pasado, han sufrido lesiones por traumatismos aumentan significativamente las probabilidades de padecerla.
Síntomas de la artrosis
El principal síntoma es un dolor profundo y agudo a nivel articular. Asimismo, los pacientes presentan dificultad en la movilidad y, en ciertos casos, también muestran rigidez o deformidad en las articulaciones.
En la artrosis localizada en la columna vertebral los principales síntomas son el dolor en el cuello o en la región lumbar, dificultad en el movimiento anterior o posterior de la zona afectada y la presencia de contracturas en los músculos.
Cuando esta patología se localiza en la cadera, algunas personas muestran dolor en el muslo, es decir, dolor irradiado a dicha zona.
Generalmente, los síntomas se agravan con el paso del tiempo, al ser una enfermedad degenerativa. Asimismo, el dolor suele ser más intenso en las últimas horas del día.
Diagnóstico de la artrosis
Inicialmente, a través de una exploración física, es posible observar ciertas deformidades articulares. Con ello, durante la misma exploración el especialista puede detectar una limitación en la movilidad de las articulaciones que va unida al dolor localizado.
En ocasiones se requieren pruebas de radiología durante las fases iniciales de esta afección. En el resto de las pruebas médicas el doctor podrá detectar si existe un estrechamiento del espacio articular, prominencias óseas y otros indicadores que pueden permitirle realizar un diagnóstico.
Tratamiento de la artrosis
Pese a ser una enfermedad degenerativa, es posible aplicar un tratamiento que evite o reduzca el dolor en la medida de lo posible. Asimismo, es posible mejorar la movilidad a través de ciertos ejercicios guiados.
Al igual que en otras patologías, cada caso es diferente. Por ello, su médico le aplicará un tratamiento que comprenda rehabilitación y fármacos que se adapten a sus necesidades, capacidades e historia clínica.
Dentro del tratamiento farmacológico es común prescribir ciertos analgésicos y antiinflamatorios que reducen la hinchazón y el dolor. Si la persona mostrara síntomas graves y limitantes, es posible recurrir a un tratamiento quirúrgico.
Este tipo de tratamiento suele consistir en la sustitución de los puntos afectados por prótesis articulares (en la cadera, rodilla, etcétera) que reducen el dolor y mejoran notablemente la movilidad.
Aunque la artrosis está más presente en personas adultas y de avanzada edad, también puede afectar a pacientes jóvenes. En estos casos, los procedimientos quirúrgicos suelen posponerse, pues la presencia de esta patología suele venir precedida de un traumatismo grave. Con ello, inicialmente suelen tratarse primero los tejidos blandos para que el uso de una prótesis no sea necesario en primera instancia.
Prevenir la artrosis
Al igual que muchas otras enfermedades, la aparición de artrosis no se puede evitar con seguridad. Sin embargo, es posible evitar ciertos factores de riesgo.
Mantener una vida activa combinada con una dieta saludable hará que sea muy difícil que suframos de obesidad. Esta condición física no solo hace más propensa la aparición de artrosis, sino de muchas otras enfermedades tanto articulares, de columna y cardiovasculares.
Asimismo, es importante mantener una buena higiene postural a la hora de realizar esfuerzos físicos, tanto en lo referente a actividades deportivas como laborales. Cuando exponemos a nuestro cuerpo a un esfuerzo, no sobrecargar músculos y huesos es vital para evitar el desgaste de las articulaciones.
Por último, realizar estiramientos combinados con la actividad física le permitirá mantener los músculos de su cuerpo -independientemente de la zona- en buen estado y con un mayor grado de flexibilidad.
En definitiva, pese a que no sea posible evitar la artrosis, llevar una vida saludable a través de sencillos hábitos hará que tengamos menos factores de riesgo y, por ende, retrasemos o haremos menor probable sufrir esta afección.